La música, clave contra el envejecimiento a cualquier edad

Cantar o tocar instrumentos ayuda al desarrollo saludable del cerebro, según un estudio de la Universidad de Granada.

Jóvenes cantantes de la escuela de música Gabba Hey de Granada - IULIANA DRAGOI
Jóvenes cantantes de la escuela de música Gabba Hey de Granada - IULIANA DRAGOI

Una revisión de estudios científicos acometida por la Universidad de Granada ha reconocido que la música comporta mejoras en el proceso de envejecimiento de las personas. Cantar o tocar instrumentos son claves en el desarrollo del cerebro, según las conclusiones que arroja este análisis sistemático publicado en la revista Plos One, basado en investigaciones previas que demuestran los beneficios cognitivos de los estilos de vida saludable.

La UGR destaca que se trata de la primera revisión sistemática de todos los estudios acometidos hasta la fecha en el mundo entero sobre la incidencia de la música en el envejecimiento del cerebro y en los procesos cognitivos asociados, caracterizados por un declive gradual de la actividad de este órgano plástico, el cual, además de ser flexible, no cesa en la producción de nuevas neuronas durante toda la vida.

El investigador principal de este proyecto, Rafael Román-Caballero, perteneciente al departamento de Psicología Experimental de la UGR, advierte que «estas mejoras no se restringen a las habilidades directamente entrenadas con la práctica musical (por ejemplo, las habilidades auditivas con sonidos musicales o la destreza manual), sino que alcanzan otras habilidades cognitivas relevantes para muchas otras actividades» que no están aparentemente relacionadas con la música.

 

Además de la perfección de los sentidos y el sistema motor, el hecho de cantar o tocar un instrumento conlleva también una mayor velocidad en el procesamiento de información, con el consiguiente estímulo de la percepción, así como de las respuestas al medio. Por ende, la capacidad de autocontrol del individuo se ve incrementada y, en consecuencia, su conducta o su atención, de acuerdo con el artículo divulgado por la UGR.


Los estudios realizados con grandes poblaciones establecen una relación entre la práctica musical y un menor riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas.


Los estudios epidemiológicos –con datos resultantes de grandes poblaciones– establecen también una relación entre la práctica musical y un menor riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o el Parkinson. Sin embargo, existe menos literatura científica acerca de las implicaciones de la música en lo que respecta a sujetos no patológicos.

Nunca es tarde

Las investigaciones científicas sobre esta materia revelan mejoras neurocognitivas asociadas a cantar o tocar instrumentos tanto en niños como en adultos, si bien los resultados muestran que la práctica musical desde edades tempranas o prolongada en el tiempo –como ocurre con los músicos profesionales– conlleva unos mayores beneficios que en aquellos casos de individuos longevos que se inician de forma tardía no sin desarrollar también las habilidades que durante el envejecimiento se ven comprometidas.

A tenor de las conclusiones de la revisión de la UGR, los científicos recomiendan «repensar» la asignatura de música en las escuelas con el fin de impartir esta materia de la forma «más práctica posible» y «quizá dedicando un mayor número de horas semanales» para así «fomentar una vida musical temprana y activa», afirma Román-Caballero: «Nunca es tarde para comenzar»


Noticia extraída de ABCandalucía